MANUEL AQUILES CACÉRES, UN ARTISTA INMORTAL

DISEÑADOR DE BILLETES, MURALISTA, CARICATURISTA Y AMIGO DE TODOS

Por: Miguel Salvador Rodríguez Azueta/FUNDACROVER

Pienso que Cultura e identidad van de la mano, en mi opinión, ambas se complementan, pues la expresión de cultura en su concepto general debe ir irremediablemente acompañada de un sentido de identidad. Ejemplo: El concepto “Orgullo Jarocho”, considerado como el conjunto de características sociales, históricas y artísticas que pertenecen a una comunidad, se complementa con un sentido de identificación, de lo contrario solo es cultura que se manifiesta, pero que no tiene un arraigo en la memoria colectiva.

La ciudad de Veracruz es heroica en más de cuatro ocasiones, pues no solo sobrevivió a los ataques de invasores nacionales o extranjeros, sino también al ataque de la ignorancia e irresponsabilidad de unos cuantos. ¿A que me refiero?  Para muestras un botón. Traigo en esta ocasión el  caso de un personaje que ha pasado al olvido y que es importante rescatar por su aportación a la historia y al arte de nuestro municipio y de la historia nacional. Me refiero a Manuel Aquiles Cacéres, conocido con el apodo de “El artista”.

Nacido en Campeche, desde pequeño fue traído por su padres al puerto de Veracruz en donde hizo sus primeros estudios en la escuela primara Francisco Javier Clavijero. Debido a sus dotes artísticas fue invitado por el tesorero del gobierno Carrancista Nicéforo Zambrano  en febrero de 1915  para que elaborara los famosos  billetes infalsificables, los “Bilimbiques” de Carranza, que aún a la fecha se venden en subastas y que orgullosamente fueron hechos por un veracruzano.  Cacéres formó su familia en el  puerto y probó suerte en la capital del país, sin embargo su carácter bohemio lo hizo regresar a estas tierras donde de acuerdo a dos de sus biógrafos, Anselmo Mancisidor y José Pérez de león, se dedicó a realizar trabajos como muralista y caricaturista. Trabajos que casi se están perdiendo por la falta de conocimiento de su importancia, como es el caso de los murales que realizó en la casa conocida como  “El castillo”,  que se encuentra en la calle de Azueta y 20 de noviembre, los dibujos que realizó para amigos, personajes famosos y presidentes nacionales y extranjeros que se encontraban en el bar Prendes de los Portales de Lerdo, el cual cerró en 1995 por quiebra y los empleados antes la falta de recursos se dedicaron a vender al mejor postor las caricaturas y se dice que una gran colección aún se conserva en una bodega sin que los herederos del comprador tengas idea de que hacer con esas obras. Investigando con los familiares puede enterarme que la obra realizada sobre bastidor y tela que se encuentra en la catedral de Asunción,  alrededor de la cúpula, la cual representa a los cuatro evangelistas es obra del artista. Respecto a esta obra encuentro dos observaciones interesantes que quiero mencionar: El evangelista Juan y la figura de la libertad que se encuentra en los billetes del gobierno provisional  tiene una posición similar, ahora bien la figura de los billetes fue hecha en 1915 y los evangelistas en 1940, es cosa de que los expertos la analicen y determinen si efectivamente pertenece a misma persona y también la serie de elementos geométrico triangulares que aparecen las figuras de los evangelistas que nos hablan de conocimientos profundos del Cosmos por parte del autor. Otra de las obras de Cacéres que se encuentra a la vista de todo el público, se localiza en el centro histórico, exactamente en las calles de Gutiérrez Zamora y callejón de J..J. Herrera. En un gran mosaico en la pared del edificio de la tienda el Alba, se puede observar una caricatura del comerciante Rafael Venta llegando a Veracruz, en el año de 1930.

Manuel Aquiles Cacéres murió a finales de los años 60´s, hoy en día es poco lo que se conoce de él, incluso en los buscadores de la red son casi nulos los resultados, en el municipio de Veracruz solo existe una calle que lleva su nombre en la colonia Libertad de Expresión cerca de la Bajadas que comparte con escritores y periodistas, como Octavio paz y Juan Malpica Silva. Sirvan pues, esta líneas para que su partida física no es total, su obra artística en peligro, debe ser protegida y difundida por los Veracruzanos.