LA
BEBIDA PREHISPANICA A PUNTO DE
DESAPARECER
“Soy
hijo de buenos padres y me crie entre magüeyes, yo tomo buen pulque y no agua
como los bueyes”
Refrán
en Pulquerías.
Por: Miguel Salvador
Rodríguez Azueta
Considerada una bebida reservada exclusivamente a
Guerreros, Ancianos, madres lactando o Candidatos
a sacrificios el Pulque llega al siglo XXI mal comprendido y valorado.
De acuerdo a la leyenda, la
diosa de la tierra: Mayahuel, para huir de la seducción de Quetzacoatl, viene a
vivir a la tierra, pero para ocultarse de las pretensiones del Dios, se
convierte en la planta del Maguey y sus lágrimas son el “Agua miel”.
El Pulque fue una de las
bebidas más consumidas en México, hasta mediados del siglo XX, cuando las
empresas cerveceras se encargaron de
iniciar una “guerra sucia” (Literal) en su contra. Se argumentaba que
para que aumentara su calidad, el artesano introducía en la barrica “un trapo”
con heces fecales, cosa que no es cierto, pues el pulque es muy delicado y debe
mantener un estricto control de calidad, de lo contrario se “truena”.
De acuerdo a investigaciones
de la UNAM y del IPN, actualmente podemos conocer de los beneficios de beber,
pulque, entre los que destaca, independientemente del contenido de aminoácidos, enzimas y vitaminas C y B2, ayuda a eliminar ulceras gástricas, es
diurético, previene infecciones estomacales y ayuda a reducir la sales
biliares, entre muchos otros beneficios.
(https://www.youtube.com/watch?v=MdDroo95bG4)
En la ciudad de Veracruz,
existía una tradicional pulquería en la calle de Guerrero y Cortés, llamada el
Perro, que hace algunos años cerró su puerta, para esta investigación acudí a
otra llamada “La Panchita”, en la calle de
Carlos Cruz y Allende.
Gentilmente, el señor José Ángel quien se desempeña como
encargado accede a la entrevista. De inicio me entero que no soy el primero en
venir a indagar acerca del tema, un día
antes, ya habían estado los de TVAzteca, por lo que entiendo que está despertando
interés el tema de la bebida ritual.
De acuerdo a José Ángel hace 5 años se vendían aproximadamente
300 litros de Pulque en un semana, ahora
apurado se consumen al día 10 o 15
litros.
-
La cerveza es lo que más jala- dice- tal vez por el desconocimiento de todos los
atributos de “la Pulcata”.
El ambiente en “La Panchita”
es popular, nada de caras tristes, es
una especie de galerón cubierto con láminas de zinc y al fondo un patio que
hace las veces de oficina al aire libre para esta entrevista.
Efectivamente, al hacer un
recorrido visual- muy discreto- observo que
efectivamente, pocos están bebiendo Pulque, la mayoría le entra con singular
alegría a la cerveza o a una bebida preparada a base de caña que hacen en el
lugar y que se toma con refresco de cola o de toronja.
De acuerdo a José Ángel, quedan sobreviven en el puerto como 5 pulquerías.
-“La Panchita” tiene como 60
años- dice con orgullo.
Así que deduzco que después
de la del “Perro”, la Panchita es la última de las Pulquerías de la vieja
guardia.
-Aquí hacemos “curados” con
el Pulque, ósea lo combinamos con sabores a la elección del cliente, que pueden
ser jugo de piña, Betabel, fresa y hasta vainilla.
Un parroquiano singular
accede a tomarse la foto para esta nota, me dice que se llama Carlos, pero que
le diga por su apodo: “Capitán América”, no me atrevo a preguntarle el motivo,
pero por su gallardía y pose, supongo que un chico valiente.
Suena la Rocola con música
de Cumbia, los parroquianos quieren divertirse y no estar escuchando
entrevistas, me llama la atención la cortesía de todos y el respeto que poco se
ve en una cantina.
Sigo observando y mientras
degusto un “Curado” con refresco de fresa, observo a un señor que hace
artesanías con latas de cerveza, son unas
lindas flores que le ofrece a una de las damas del lugar, no cabe duda, el amor
se respira en todos lados.
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