Por: Miguel Salvador/ FUNDACROVER
La ciudad de Cosamalopan es fecunda en historia. Ella ha dado a Veracruz y a la nación grandes personajes. Sin embargo poco conocemos de su toponimia. Pues bien de acuerdo a los estudiosos el nombre proviene del náhuatl Cozatli (comadreja o zarigüeya) mallot (cautiverio) y apan (rio) ósea algo así como “El rio de las comadrejas en cautiverio”, posteriormente castellanizado Cosamalopan y en 1918 denominada Cosamalopan de Carpio en honor a Manuel Eulogio Carpio Hernández, quien fuera un destacado medico, poeta, maestro, político e intelectual del siglo XIX. Pues bien, aprovecho algunos datos proporcionados por el Mtro Rafael Arriola Molina en su obra “Cosechando en las Huertas de la Cultura” me permito traer al lector algunos datos importantes de la vida de este veracruzano, que por supuesto debe estar incluido en el próximo camellón de los Veracruzanos Ilustres. Don Manuel Carpio nació en Cosamalopan, Veracruz, el 1 de marzo de 1791, aunque en dicha ciudad vivió poco tiempo púes la familia se trasladó a la ciudad de Puebla, donde el pequeño Manuel estudio ene l seminario Palofoxiano. Huérfano a la cuatro años tuvo que pasar por la consecuentes angustias económicas, que lo llevaron a ingresar al seminario en donde se formó como humanista, posteriormente realizó estudios de medicina.
Participó en política, teniendo varios encargos honrosos como diputado del congreso del Estado de México y diputado del partido conservador.
Fue redactor de un manifiesto que rechazaba la intromisión del embajador Poinsette en los asuntos mexicanos, lo que le valió el reconocimiento de sus compañeros de partido, también fue diputado por el estado de Veracruz en 1846 y 1848.
Catedrático de Fisiología y Vicepresidente del Consejo Superior de Salubridad, con el carácter de vicerrector dirigió temporalmente la Escuela de Medicina en la que también fue profesor de higiene pública y de historia de las ciencias médicas.
Miembros de diversas sociedades como la de geografía y estadística, de la academia de bellas artes, de la nacional de historia yd e la mexicana de la lengua, tradujo diversas obras del latín y del francés.
Poeta del género romántico, fue fiel amigo de Bernardo Couto y Joaquín Pesado, quien junto a Carpio formaron parte del jurado del himno nacional mexicano de 1853.
La generación de poetas como José Sebastián Segura, Joaquín del Castillo y Lanzas, José María y Rafael Roa Bárcena lo tuvieron como maestro.
Don Manuel Carpio muere en la ciudad de México el 11 de febrero de 1860, ese mismo día los alumnos de la escuela de San Carlos le rinden un merecido homenaje junto con el pueblo en general.
Gracias a las gestiones del maestro Arreola Molina en 1945 se inauguró el centro escolar que lleva su nombre en la ciudad de Cosamalopan.
Merecido homenaje tendrán los verdaderos veracruzanos ilustres en el moderno paseo de Díaz Mirón, que también nos lleva a señalar que no se debe confundir con ciudadanos distinguidos o tipos pintorescos, pues no todo lo que brilla es oro, mucho ojo a la hora de honrar u homenajear a unos y otros.
El río de Cosamaloapán
Arrebatado y caudaloso río
que riegas de mi pueblo las praderas
¡quién pudiera llorar en tus riberas
de la redonda luna al rayo frío!
De noche en mi agitado desvarío
me parece estar viendo tus palmeras,
tus naranjos en flor y enredaderas,
y tus lirios cubiertos de rocío.
¡Quién le diera tan sólo una mirada
a la dulce y modesta casa mía,
donde nací, como ave en la enramada!
Pero tus olas ruedan en el día
sobre las ruinas ¡ay! de esa morada,
donde feliz en mi niñez vivía.
Arrebatado y caudaloso río
que riegas de mi pueblo las praderas
¡quién pudiera llorar en tus riberas
de la redonda luna al rayo frío!
De noche en mi agitado desvarío
me parece estar viendo tus palmeras,
tus naranjos en flor y enredaderas,
y tus lirios cubiertos de rocío.
¡Quién le diera tan sólo una mirada
a la dulce y modesta casa mía,
donde nací, como ave en la enramada!
Pero tus olas ruedan en el día
sobre las ruinas ¡ay! de esa morada,
donde feliz en mi niñez vivía.
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