lunes, 13 de diciembre de 2010

Colaboran desde Italia artistas para Veracruz

Música de cámara, de la mano con la solidaridad de los mexicanos en Roma.
POr: Sonia López Azueta/FUNDACROVER ITALIA


El pasado 17 de noviembre la Comunidad Mexicana de Roma (Italia) llevó a cabo el concierto “Vientos Barrocos por Veracruz”.
Bajo el marco de la celebración del Décimo Aniversario de la fundación y los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana, un selecto grupo de mexicanos se dieron cita a las veinte horas en el Oratorio del Caravita, Parroquia de San Francisco Javier, situado en el centro histórico de Roma.
En la Parroquia, construida en el año 1631 y centro de estudios de la Sábana Santa desde 1975, fueron testigos los frescos con la historia del santo, realizados por Lazzaro Baldi, las bancas en madera de nogal del siglo XV y las dos pilas de agua bendita en las que un crustáceo con el Crucifijo entre las tenazas alude una vez más al apóstol de las Indias. Escenario inigualable para la combinación de talentos que engalanaron el evento.
Por las venas de la pianista mexicana Gabriela Flores Peredo corre sangre de artista; hija de una concertista y un poeta, estudió en México y se perfeccionó en Estados Unidos, fue pianista titular de la Orquesta Filarmónica de Jalisco durante 12 años consecutivos. En el Teatro Degollado ha ejecutado obras bajo dirección de Manuel de Elías y Herrera de la Fuente entre otros; es maestra de tiempo completo, ha realizado innumerables recitales y conciertos en México y en el mes de octubre de este año, también en Europa. Junto con la extraordinaria participación del tenor mexicano David Barrios, y las encantadoras notas provenientes de la flauta del maestro polaco Piotr Sinowiesky, se cristalizaron excelsas interpretaciones de Bach y Mozart, así como un repertorio de canciones mexicanas de María Grever, Agustín Lara y Manuel M. Ponce.
Los fondos obtenidos en esta sublime velada serán destinados al beneficio de las familias afectadas por los más recientes huracanes que afectaron el Estado de Veracruz a través de la Fundación Veracruz SOS Desastre Huracán Karl y Mathew.

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jueves, 4 de noviembre de 2010

LA REALIDAD, ENTRE EL PÉNDULO DE LA RELIGIÓN Y LA MAGIA

Por: Miguel Salvador/FUNDACROVER A.C.

Después de una ausencia algo prolongada, quiero regresar a la prosa, pues la considero natural y amigable. Siguiendo mi estilo característico, primero viajaré al pasado, recordaré cuando mi hermana compró unos pajaritos – al parecer gorriones – y los colocó dentro de una jaula en el patio de la casa.
La situación de aquellas pequeñas aves me causó cierto sentimiento de aprensión y depresión, así que decidí liberarlos. En mi mente infantil bullía la idea de que ningún animal debería estar encerrado. Sin embargo, la realidad me sobrepasó - como siempre- pues los gorriones tuvieron algo así como pánico escénico y sólo volaron algunos metros quedándose parados en la casa del vecino de enfrente. Desde ahí sentí que me miraban como reclamándome algo mientras trinaban igual que cuando estaban encerrados. Presuroso los espantaba para que mi hermana no se percatara de mi acción y por supuesto me acusara con nuestra madre.
Desafortunadamente se dio cuenta y los trinos de los gorriones chismosos me delataron; no obstante, lo que recuerdo fue que mi hermana me explicó que esos animales no irían muy lejos porque nacían en cautiverio y por lo tanto no sabían que hacer con su libertad, al parecer les quedaba grande el cielo. Así fue como llegué a la conclusión que la realidad había sobrepasado mis sentimientos, o que quizás mi forma de pensar estaba equivocada, tal vez era de una especie rara.
Afortunadamente con el tiempo tuve la oportunidad de comprobar que no era el único que disertaba sobre la realidad. Gracias a una buena amiga pude leer un escrito de Octavio Paz, que hablaba sobre la poesía, y cuyo titulo es “Poesía de soledad y poesía de comunión”. En dicho escrito, Paz hablaba de algo que me era conocido, la “naturaleza inapresable de la realidad” y como el hombre, al enfrentarse a la realidad, la sojuzga, la mutila y la somete aun orden de lenguaje, que no es el orden de la naturaleza sino el del pensamiento; por lo cual como conclusión pude sacar que la verdadera realidad no es que realmente conocemos sino sólo una parte, la que podemos reducir a lenguaje y conceptos. Así me fui haciendo a la idea que la realidad no es realidad, sino algo que creamos y catalogamos y que la verdadera realidad debe estar en algún lado, pero debe ser tan poderosa que no la podemos ver a simple vista o como dicen por ahí, tal vez muy fea. Como con mis amigos los pajaritos, la realidad nos sobrepasa.
Tiempo después pude constatar que esa realidad no se ajustaba ni a la amistad, porque un estimado amigo se metió a la política y cuando lo escuché hablar me di cuenta que a él también la realidad lo había envuelto y sobrepasado por una realidad que ya no era de nadie. Así como lo señala Octavio Paz en su escrito de 1943: para afrontar la realidad el hombre cuenta con dos posturas: la religión y la magia, la primera suplica y ama y la segunda adula o coacciona.
El péndulo no se detiene, mientras el hombre busque su realidad.

viernes, 15 de octubre de 2010

MEMORIA DE CANITO

Canito
Memorias de una vida inútil, pero divertida.

Por. Miguel Salvador/ FUNDACROVER A.C.
Canito se mimetizaba por las calles del puerto jarocho. Caminaba como tantos otros, con rumbo fijo pero omitiendo la brújula ósea en automático. Su destino era cierto y motivado, un nuevo bar del centro histórico. Su objetivo sofocar su sed aunque eso ocasionara el despertar de sus recuerdos amorosos, que solo el alcohol logra liberar. Aún bajo esta advertencia apresuró su marcha, pues es un convencido que las depresiones profundas se curan motivándolas.
Sin embargo, aquella tarde las improntas iconoclastas se perpetuaban en su mente. Sobre la avenida Zaragoza un joven vendedor de cuadros exhibía una virgen guadalupana de estilo cubista. El joven vendedor de origen humilde, mostraba en su piel los embates del sol tropical, por su aspecto rural le pareció un moderno Juan Diego cuya misión era recordarle al mundo que las encomiendas divinas no son voluntarias.
No bien intentó atravesar la Avenida una camioneta tripulada por una minúscula hermana mercedaria estuvo a punto de atropellarlo. En aquel enorme vehículo con todas las comodidades que puede ofrecer la tecnología sólo se alcanzaban a ver las cabezas de las hermanas que por mayoría viajaban en aquel lujo, mientras el Juan Diego del siglo XXI se perpetuaba en los anales de las imágenes cotidianas bizarras e injustas.
Otra señal pensó. Así que para evitar sobrecargarse de las mismas prefirió cortar camino por los callejones para llegar a la plazuela de la campana.
Como lo suyo de hecho no es la sociabilización y sólo la utiliza en contados casos y de manera limitada, como el entablar una conversación rutinaria con el mesero. Canito escogió el lugar del fondo, aquellos que ni los meseros recuerdan, un lugar distante de todo y de todos, pero cerca de la ventana.
Desde la ventana podía observar la calle, ir y venir de los transeúntes, de los vivientes sin vida, de los silencios solo interrumpidos por la bocina de un taxi cuyo conductor está furioso con la programación mal hecha del semáforo.

Tomó su botella de cerveza y se la empinó, mientras esperaba su dotación de cacahuates rancios, hizo un análisis de su entorno esperando encontrarla, como siempre en su mente atormentada, intento fingir que no era así, aunque su imaginación le jugaba malas pasadas y la hacia verla pasar por cada esquina con aquel caminar saleroso.
Así, mientras esto hacia, fijo su mirada en una tienda ubicada frente a la ventana de la esquina solitaria. Era una tienda de artículos religiosos, en cuya entrada de regular estatura, se encontraban exhibiendo dos imágenes. Una del Sagrado Corazón y otra de San Judas Tadeo. Ambos figuras perecían mirarlo con atención, asechando sus movimientos, indagando, censurando.
Canito se empinaba la botella, y de reojo observaba las imágenes. Le parecía que una de ellas, la del frente estaba por recibirlo, con sus brazos abiertos y sus destellos divinos. Quiso ocultarse tras la botella, pero no pudo, al mirar por el oscuro vidrio las imágenes se distorsionaban. Canito no es creyente de las señales, desconfía de los pronósticos del tiempo y de las aseveraciones de los que leen los cielos. No porque este nublado lloverá o porque ella no le hable es porque no le ama. Un trago más para pensar mejor las cosas, sin embargo Jesús sigue mirándolo fijamente, no parece alegre, mucho menos parece decir salud, es como un mensaje o como una forma de comunicarse íntimamente con Canito. No lo sabe, ni piensa mucho en averiguarlo. Mira a un lado, mira al otro, observa al mesero. Canito se cambia de lugar.

Fotos: Francisco Almazan
Miguel Salvador

ESTIMULOS A LAS CREACION ARTISTICA

EL VIOLINISTA RUSO

EL VIOLINISTA RUSO O MEMORIA DE UNA INFAMIA
LA FORTALEZA DE PEROTE DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL SIRVIO COMO CAMPO DE CONCENTRACION EUFENICAMENTE LLAMADA ESTACION MIGRATORIA.

Por: Miguel Salvador/FUNDACROVER

Dentro de las historias que Anselmo Mancisidor Ortiz nos cuenta en su libro Jarochilandia (1971) encontramos la del Violinista Ruso (pág. 157). De acuerdo a Mancisidor, se dice que allá por los años 30 del siglo XX, arribó a Veracruz un hombre de apariencia extranjera, de alta estatura, blanco y de ojos azules, que se decía era Ruso, decía llamarse Sherkachoff. De acuerdo al relato del autor veracruzano este personaje deambulaba por las calles jarochas tocando magistralmente su violín. Las voces populares hablaban que el singular violinista había pertenecido a la Orquesta real del Zar Nicolás II, pero por problemas amorosos había dejado su país natal y recorría, presa de su adicción por la heroína, las calles del puerto.
Sus brazos y piernas- dice Mancisidor- mostraban dolorosamente las huellas de innumerables piquetes de inyecciones de heroína, que se aplicaba para embotar sus sentidos, para perderse en las mentirosas tinieblas del olvido.
Ganando unas cuantas monedas al día el violinista Ruso se perdía por calles y callejones, lamentando su suerte. Así las cosas querido lector, si usted creyó que esto era triste, espere a seguir leyendo. Mi abuela una gran enciclopedia autodidacta decía que Al perro más flaco se le juntan las pulgas, y al pasar de los años el conflicto genocida llamado Segunda Guerra Mundial también llegó a México. La declaratoria de Guerra por parte de México a los países del eje fue el 28 de mayo de 1942.
Cuenta Mancisidor que en el proceso de “levantar” a todos los extraños y posibles enemigos de la libertad, ocurrió que entre la “bola” fue llevado al Campo de Concentración dulcemente denominado “Estación Migratoria” Sherkachoff entre muchos otros marineros y civiles. El principal delito del Violinista era ser extranjero y carecer de papeles para comprobar que era originario del país que jugaba en ese momento con los buenos. Fue en ese gélido lugar, donde con el paso del tiempo el violinista ruso ofreció su último recital, muriendo de tristeza y pena entre los gruesos y fríos muros de la fortaleza de San Carlos en Perote.

Esta historia bien podría ser parte de las leyendas de la Mtra. Oralia Méndez ó pasar como una más de las historias perdidas de la ciudad de Veracruz, cuyo superávit en tipos pintorescos hace que con el tiempo si no se documentan sólo sean parte de las leyendas urbanas, sin embargo está historia tiene un lado que es interesante investigar, pues durante las recientes excavaciones en la fortaleza de Perote se encontró en el aljibe una placa que de forma extractada por cuestiones de espacio explicare de la siguiente manera: Según los patrocinadores de la placa los Alemanes Fritz Bartelt Garin, Hanz Bartelt y Alfredo Ulrich, la misma fue colocada cuando limpiaban el aljibe para que quedara constancia de su injusto internamiento el 8 de febrero de 1942, ósea tres meses antes de la declaratoria de Guerra, en la misma placa se afirma que fueron detenidos 250 marinos alemanes y 350 italianos. De acuerdo a la misma en le primer semestre de 1943 salieron varios internos, pero todavía quedaban varios civiles alemanes (¿Ruso?) que no tenían amigos o familiares que abogaran por ellos, y así las cosas les llegó el 25 de febrero de 1945 aún siendo hospedados en la Fortaleza de Perote.
Un extracto de l aplaca reza así: Se le suplica al que descubra esta placa algún día en el rodar de los años , que no la destruya pues se dese quede como un recuerdo de los alemanes intervenidos aquí por tanto tiempo- Esta placa fue puesta aquí asl ser limpiado este aljibe en febrero de 1945, bajo la supervisión de Alfred Ulrich y fue redactada e inscrita por Hans Barlt Garin. Ambos internados civiles alemanes.
Igual esta historia les interesa a la Embajada Alemana en México, pues independientemente del señor Humbolt, existen otras historias de alemanes que lucharon por la causa mexicana como el caso de Sebastián Holzinger o porque no, estos marineros y civiles alemanes del siglo XX.
azueta@hotmail.com

jueves, 14 de octubre de 2010

¿MAR O MONTAÑA?

¿MAR O MONTAÑA?

Por: Sonia López Azueta/ FUNDACROVER-ITALIA


Al parecer, en Italia, esta es la pregunta casi obligada al momento de ir de vacaciones de verano.

Para algunos la respuesta podría resultar obvia: mar, naturalmente; qué podrían ofrercer unos días a varios metros de altura?

Si es verdad que las vacaciones reflejan la personalidad, un período de descanso en sitios de montaña será elegido sobretodo por gente que aprecia la tranquilidad y la proximidad con la naturaleza.

Nevegal, un altiplano situado a mil metros de alutra sobre el nivel del mar que forma parte de los prealpes de Belluno, al norte de Italia, es una de las tantas hermosas localidades montañosas. Con excelente ubicación, es acudida no solo por los mismos belluneses sino también por los habitantes de las llanuras, así como de la isla de Venecia.

Excelente la idea de alojarse en un apacible hotel, en medio de prados y pinares. Pero la experiencia en el campamento resulta particularmente especial, si se desean reforzar los lazos familiares y de amistad. Los habitantes semifiijos se alojan en remolques anexos a cabañas prefrabricadas de madera y las familias visitantes arriban a bordo de sendas casas rodantes; en el pintoresco “campeggio” la colaboración es primordial para disfrutar en armonía de una comida al aire libre, compuesta ya sea de carne o pescado y verduras a las brasas.

Durante los días más cálidos son gratos los baños de sol mientras se disfruta de una buena lectura tendido sobre la hierba. En las mañanas que pueden presentarse hasta a 16 grados centígrados, un recorrido en busca de diversas variedades de setas proporciona relajación, con la recompensa de almorzar la propia recolecta, la recomendación especial al realizar estas exploraciones es siempre hacerse acompañar por un conocedor, para evitar el tener que llamar a una ambulancia si se consumen hongos tóxicos. Por las noches en el pequeño bar se organizan partidas de billar, en ocasiones la música viva ameniza con un repertorio de twist, rock and roll, bailes de salón y con suerte una que otra pieza de salsa o merengue. Para los más jóvenes nada de tiempos muertos, la diversión está garantizada con amigos instantáneos al lado de quienes recorrer el lugar en bicicleta, jugar a la pelota o al ping pong hasta altas horas con el permiso de la mayoría de los padres, en este recinto los pocos autos que circulan avanzan a paso de hombre. El sueño se concilia después bajo las estrellas.

A poca distancia del campamento, una pista de esquí se trasforma en punto de lanzamiento utilizando un particular medio con forma de pequeña lancha redonda. En bajada desde la colina, niños y adultos alcanzan velocidades tales en estos coloridos aros inflables, que no es raro ver volar por los aires algun zapato. Los más intrépidos encuentran la justa dosis de adrenalina escalando la roca o praticando ciclismo de montaña.

Para una experiencia más espirtual el Santuario dedicado a la Vírgen de Lourdes ofrece sensación de paz con algunos cantos gregorianos al interior, murales, jardines de hortencias, rosas y girasoles; mientras que en las elevaciones cercanas, aspirar profundamente inunda los pulmones de fresco aire puro, el cerebro se oxigena y se traen al olfato balsámicos aromas de pino y menta silvestre. Praticar senderismo o caminata nórdica apoyándose en bastones, favorece el bienestar físico al involucrar casi toda la musculatura y las articulaciones, rodeados por un fabuloso ambiente que reduce la tensión y aumenta el sentimento de modestia ante las cimas coronadas de nubes y los tupidos bosques de alerces y abetos. Todas esas calorías consumidas se pueden reponer ingiriendo productos locales altamente reconocidos por ser sanos y deliciosos: quesos, carne de ciervo, espárragos y espinacas silvestres; leche, miel, arándanos y moras, se combinan en antiguas recetas jamás escritas.

La pasión por la altura, la aventura, el frío y también por el peligro, moldea el carácter de los amantes de la montaña, valerosos, resistentes a la fatiga, sensibles y emocionales; después de todo no es difícil aprender a amar a la montaña porque ella te hace sentir vivo, libre.

lunes, 22 de marzo de 2010

Santa Anna y el beso hidrocálido

Antonio Lopez de Santa Anna y su intervención para la creación del territorio de Aguascalientes.

Por Miguel Salvador.

La historia universal posee diversas anécdotas y leyendas donde el principal protagonista es un beso. El juntar los labios con otros similares o con cualquier parte del cuerpo, ya sea humano o animal, como en el caso de la princesa y la rana, tiene un hondo significado en nuestra cultura donde la acción del beso no está prohibida ni es pecado mortal; quien no recuerda un beso de despedida, de buenas noches, el primer beso, el famoso "beso traidor de judas", llegando hasta los besos tabús como el “beso francés”, por sólo mencionar uno de tantos y no causar polémica en esta columna, incluso nuestras canciones y poemas más populares hablan de esta acción “bésame mucho”, “por un beso de la flaca...” etc. Sin embargo, quiero confesar que desconocía la existencia de un beso que fuera fundador de un Estado, tal es el caso de Aguascalientes y la leyenda su nacimiento como territorio independiente de Zacatecas gracias al “sacrificio” de Doña Luisa Fernández Villa, esposa de un rico comerciante zacatecano que posteriormente fue gobernante de dicho territorio.

Gracias a los trabajos de recopilación de Agustín R. González (1881), del cronista Alejandro Tope del Valle, del ingeniero Elías Topete, del escritor Germán Castro y del propio diseñador del escudo Bernabé Ballesteros hoy podemos interpretar el escudo hidrocálido y el porque posee una cadena incompleta y sus labios rojos. Los cronistas cuentan que corría el año de 1835 cuando arribó a la ciudad de Aguascalientes - por esas fechas pertenencia al Estado de Zacatecas- el entonces poderoso militar veracruzano Antonio López de Santa Anna con un ejército de aproximadamente 4000 soldados. Su permanencia en la ciudad era puramente estratégica, pues tenía como objetivo sofocar la revuelta liberal del gobernador zacatecano Francisco García Salinas “Tata Pachito”.

Las crónicas narran que terminando el día el general Santa Anna acabó exhausto ante tanta queja y pedimento de la población, junto con las providencias meramente castrenses, sin embargo aceptó la invitación de Don Pedro García Rojas para cenar en su casa. Santa Anna fue agasajado por el matrimonio como el libertador de la comarca, haciéndole saber la serie de arbitrariedades que cometía el gobierno zacatecano con ellos. Se cuenta que casi al final de la cena, el anfitrión fue avisado por un miembro de la servidumbre que tenía una visita (Acción que provoca mis suspicacias, pues quien más importante que el invitado de aquella noche) por lo que excusándose dejó sola a su esposa con el militar veracruzano. “Aguascalientes puede ser independiente- se dice que Doña Luisa insistió a Don Antonio- hasta que usted quiera, mi general; que en este pueblo todos lo anhelamos y llegaríamos hasta el sacrificio para obtenerlo". Santa Anna apretó la mano de Doña Luisa al tiempo que la interrogaba “¿De veras hasta el sacrificio?”, la dama - al fin mujer inteligente- supuso que el militar veracruzano de sangre caliente había entendido la indirecta por lo que se dice que respondió “hasta el sacrificio General”, acto seguido se dice que al fin veracruzano Santa Anna le robó un beso prolongado y ardiente, que sólo pudo ser interrumpido por el sonido de los pasos presurosos del anfitrión que regresaba al comedor. La dama salió al encuentro de su esposo, radiante de alegría y colgándose del cuello, zalamera y coqueta, le dijo: “Perico, por fin Aguascalientes es independiente… ¿Verdad, mi General…?", "Verdad es…"- asintió Santa Anna, sonriendo también.

En lo particular dudo mucho que Don Antonio se haya conformado con un sólo beso – yo no lo haría- pero para no crear rumores y chismes de lavaderos sólo agregaré que contrario a su fama, Santa Anna cumplió con lo prometido. El dos de mayo de 1835, fue depuesto el jefe político zacatecano, José María Sandoval, y nombrado por el cabildo para sustituirlo Don Pedro García Rojas. Después derrotar en Guadalupe, Zacatecas a las fuerzas de “Tata Pachito”, expidió un decreto el 23 de Mayo de 1835, confirmando la independencia de Aguascalientes, haciéndolo territorio el 30 de Noviembre de 1836, fue declarado Departamento con la dimensión que ahora tiene el Estado, nombrándose como era natural, primer gobernador el “marido sacrificado” Don Pedro García Rojas.

Esta historia pasional y de sacrificio – aunque dudo que fuera realmente un sacrificio besar a un joven y poderoso en aquel entonces general Santa Anna- esta plasmada en el mural de Oswaldo Barra, que adorna el palacio de Gobierno de Aguascalientes.

Para conocer más: www.muver.org.mx

jueves, 11 de marzo de 2010

BREVE DESCRIPCIÓN DE LA CIUDAD AMURALLADA DE VERACRUZ EN EL SIGLO XIX


Por Ricardo Cañas Montalvo Investigador/FUNDACROVER A.C





Puerta México, se distingue la muralla y al fondo la iglesia de la Divina Pastora.


La muralla que circundaba la ciudad de Veracruz se comenzó a construir  después del ataque del pirata Laurent de Graff, mejor conocido como Lorencillo, el 17 de mayo de 1683. Fue terminada hasta 1790, después de un largo proceso de construcción y adaptación que  duro más de cien años. 
 Finalmente, desde su base medía una altura de cuatro varas castellanas (1 vara = 83.59 cms), una vara de ancho y 3,174 varas de longitud, la muralla tenia troneras o aspilleras las cuales eran como pequeñas rendijas de orden militar para que los soldados protegidos dispararan hacia el exterior; así mismo, adosados a la muralla se encontraban nueve baluartes que la resguardaban, dos mayores junto al mar y siete de menores dimensiones del lado de tierra, todos éstos tenían nombres de índole religioso. Eran: Baluarte de La Concepción o Caleta, De San Juan, De San Mateo, De San Javier, De Santa Gertrudis, De Santa Bárbara, De San Fernando, De San José y De Santiago también llamado del Polvorín, pues en su interior tiene un sótano en donde se guardaba la pólvora para los cañones, siendo éste último el único que todavía existe y que fue construido junto con el de la Caleta en 1635.
 En conjunto podían portar hasta cien cañones para la defensa de la  ciudad.  Existían también los cuarteles militares adosados a la muralla la cual tenía para su acceso tres puertas de tierra y una de mar, estas puertas tenían horarios y solo estaban abiertas durante el día. De algún modo la puerta más importante era la Puerta México, ubicada al noreste, en lo que hoy es la calle de Constitución entre 5 de Mayo y Madero, casi frente a la escuela primaria Vicente Guerrero y a tan sólo unos pasos de la iglesia de la Divina Pastora. Prácticamente en esta puerta iniciaba el Camino Real y su nombre deriva de que por ahí se  partía rumbo a la ciudad de México.
 Le seguían: la Puerta Nueva o Acuña al oeste, en lo que hoy es Zamora entre Degollado e Hidalgo; se le llamaba así ya que fue la última puerta en abrirse al recinto amurallado por mandato del Virrey de Acuña Marqués de Casa Fuerte. En la era colonial esta entrada se  utilizaba sólo para los virreyes y ya en épocas de libertad de ahí partía el camino para Córdoba y Orizaba. 
 La Puerta Merced al sur, en lo que hoy sería la entrada de la Avenida Independencia esquina con Rayón, su nombre deriva de que esta entrada se encontraba muy próxima al antiguo convento de Nuestra Señora de la Merced (Independencia y Canal) por ella se daba acceso a los barrios extramuros del sur, como el barrio de la “Huaca”, del “Mondonguero”, así mismo para ir al camposanto o a la iglesia “del Cristo”.
 Del lado del mar estaba la hermosísima Puerta de Mar, también llamada Del Muelle y frente a ésta -por el interior de la  ciudad- se encontraba la Plaza Del Muelle en la cual eran depositados al aire libre todas las mercancías que bajaban de los barcos, sin existir zona fiscal. Afuera de la Puerta de Mar estaba el Muelle, que había sido reconstruido con piedra en 1843 y en donde se encontraban los aparejos de madera que servían para la carga y descarga de mercancías que traían las Falúas desde los barcos amarrados en San Juan de Ulúa y también viajeros que llegaban por barco a Veracruz, sin duda alguna la antigua Puerta de Mar o  del Muelle  era  la puerta de entrada a México.
 La muralla encerraba un total de  64 manzanas y 1106 casas las  cuales en su  mayoría eran de dos plantas, algunas  hasta de tres, pues  muchas de ellas servían en la parte inferior como negocio, tenían un entresuelo o tapancos que funcionaban de bodegas o administraciones de los mismos, y en la parte superior vivía la familia propietaria, estas casas estaban construidas en su mayor proporción con el único material disponible: el coral, que por  su dureza es conocido comúnmente como piedra múcara o madrépora, cabe aclarar que  esto no es piedra, es un organismo vivo que creció en los arrecifes de las costas veracruzanas, se utilizaba para la construcción una mezcla llamada “mortero” la cual sólo consistía en arena y cal, esta última sacada de la trituración de los mismos corales y conchitas, los techos de teja fueron sustituidos por terrados con declive soportados por fuertes vigas de madera, los pisos mayormente eran de ladrillo y algunas  casas de personas pudientes  fueron de mármol de carrara, algunas contaban de patio central y sus balcones estaban hechos de madera de zapote por ser muy resistente, algunas tenían aljibes para  almacenar el agua de las lluvias, las casas se pintaban a base de cal y su arquitectura presentaba una influencia mozárabe.
 La ciudad de Veracruz se encuentra trazada –por lo menos en su Centro Histórico- por las Ordenanzas de 1573 del rey Felipe II para la construcción ciudades costeras de Indias, la cual consistía en trazar la ciudad en lo que hoy se conoce como calles y avenidas y que debía tener una plaza principal flanqueada por la Casa de Cabildo, Iglesia Parroquial y soportales para el comercio.
 El drenaje consistía en caños a cielo abierto en medio de todas las calles con declive hacia el mar, las cuales eran limpiadas por personal del Ayuntamiento y por los “nopos” que se comían toda la inmundicia que quedaba y por eso mismo  estaba prohibido matarlos. 
 La ciudad se abastecía de agua por medio de un antiguo acueducto subterráneo construido por un fraile franciscano de nombre Pedro de Buceta en 1723, traía el agua de la Laguna de Malibrán hasta la ciudad, para surtir las primeras cinco fuentes públicas. Hasta los años sesentas del siglo decimonónico se pudo lograr la introducción de las aguas del río Jamapa y las fuentes públicas aumentaron a doce. En 1869 se construyeron los Lavaderos Públicos para la población, ubicados en la Plazuela de Loreto, hoy parque de  La Madre.
  Las calles de Veracruz estaban empedradas desde 1780 y tenían banquetas hechas con mortero, en las esquinas habían semienterrados cañones viejos los cuales evitaban que las carretas se subieran a las banquetas, y desde 1855 se alumbraba la ciudad por las noches con lámparas de gas alimentadas por el “gasómetro”, que se encontraba a extramuros, antes de eso se alumbraba con antorchas y lámparas de aceite.
 Tenía un mercado llamado Trigueros  debido a que lo manda a construir Don Ignacio Trigueros quien era el Alcalde en ese momento, inaugurado en 1841, un edificio para la carnicería y pescadería, así como tres iglesias intramuros las cuales eran La Divina Pastora, La Asunción de María (hoy catedral), la capilla de Nuestra Señora de Loreto, a extramuros estaban la capilla de San Sebastián la cual sus ruinas fueron desaparecidas por el bombardeo norteamericano de 1848; la iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje, junto a la misma se encontraba el camposanto, que funcionó de 1791 y clausurado en 1848, en su lugar se abrió el nuevo Cementerio General, muy bien hecho, bardeado, con una capilla al centro. Se encontraba en lo que hoy es el Parque Ecológico y fue clausurado hasta 1930. 
 La ciudad  amurallada constaba, además, de seis conventos algunos con escuela, los conventos eran de Dominicos, Franciscanos, Agustinos, Mercedarios y Betlemitas; hospitales: Hospital de Loreto (para mujeres) asistidos por frailes Hipólitos, Hospital y Convento de Belén, Hospital de Montes Claros el cual fue clausurado a principios del siglo XIX por su insalubridad, Hospital Militar de San Carlos y Hospital de San Sebastián, que más tarde se fusiona con el de Belén; un hospicio, un teatro Principal, hoteles, mesones, comercios importantes, casa de baños públicos, boticas, cafés, restaurantes y servicio de tranvías de tracción animal (mulitas), desde 1864 llamado Ferrocarril Urbano de Veracruz.  Había una Casa de Correos y desde 1855 se contaba con servicio de telégrafo.
 A extramuros, al sur, se encontraba el parque de La Alameda y a un lado de éste la Plaza de Toros, que era de  madera. Muy cercano también estaba la primera estación del ferrocarril. El Matadero o rastro se ubicaba muy al sur, frente  a la playa, seguido por los hornos para cal y ladrillo. Un poco más retiradas se encontraban algunas  haciendas, como la de Malibrán, San José Novillero, Buena Vista. Al norponiente y frente a la Puerta México se  encontraban un viejo caserío de madera llamado “Las Californias”, los cuales daban el servicio de hospedaje a los arrieros y viajeros que llegaban a la ciudad en horas en que las puertas estaban cerradas. Los arrieros transportaban la mercancía a lomo de mula, la manada de la misma se le conocía como recua, había una especial que bajaba desde el Pico de Orizaba con un cargamento de nieve el cual era vendido en la  ciudad a alto costo.
 La ciudad amurallada de Veracruz tuvo su primer cuerpo de bomberos desde 1873, siendo éste el primero de América Latina.
 Su población fue variante debido al azote de epidemias y batallas sufridas. Los nombres de las  calles de la ciudad amurallada variaban en cada tramo y se nombraban de acuerdo a algo que estuviera o que había sucedido ahí. Sólo la hoy avenida 5 de Mayo se llamaba en su totalidad Avenida de las Damas, ya que por ésta paseaban las damas que habitaban la ciudad. 
 Pese a la cercanía y brisa del mar, la ciudad era muy insalubre y era frecuentemente atacada por epidemias, como la fiebre amarilla o el vómito negro, que acababan con familias enteras, en esos tiempos se le mal llamaba a la ciudad “Cementerio de Españoles” por eso el nivel de población fue muy fluctuante hasta lograr un crecimiento sostenido en el último cuarto del siglo XIX.

El inicio de la demolición.



Litografía de Casimiro Castro de la Ciudad Amurallada de Veracruz a vista de Pájaro.

Desde mediados del siglo decimonónico se hablaba ya de la necesidad de saneamiento y amplitud de la ciudad de Veracruz. Se hablaba también de que la muralla impedía el libre paso del aire por sus calles.
En la década de los sesentas del siglo XIX se rompió parte de la muralla para que pudiera entrar el ferrocarril a la ciudad. Esto se realizó en el tramo que correspondía entre el baluarte de San José y el de Santiago, justo atrás de lo que hoy es  el IVEC.
Los vientos del norte formaban enormes montañas de arena que se acumulaba sobre la muralla y que en ocasiones la llegaban a cubrir en su totalidad. La gente de manera muy curiosa entraba a la ciudad caminando por esos arenales encima de la muralla, ya sin utilizar sus puertas vigiladas. Además, se erogaban grandes gastos en el retiro de esa arena.
En febrero de 1880, una carreta entró a la ciudad por la angosta Puerta de la Merced -la cual estaba abarrotada a sus lados por vendedores de fritangas y muchos otros productos- y por desgracia atropelló y dio muerte a una niña. Este hecho, registrado en el Boletín Municipal que emitía en Ayuntamiento de esa época, marcó la pauta para que las gestiones de la demolición de la muralla se acentuaran.
Se solicitó permiso primero para la ampliación de dicha puerta, siendo concedido. Los trabajos comenzaron de manera casi inmediata, pero el asunto no paró ahí.
Meses más tarde, una comitiva municipal conformada por Don Domingo Bureau Vázquez (Alcalde de Veracruz), Don  Francisco Canal –Regidor- y  Don José González Pagés –Regidor- partieron hacia la ciudad de México para entrevistarse con el Presidente Gral. Porfirio Díaz Mori, el cual terminaba su primer periodo de gobierno, para solicitarle el permiso para la demolición total de la muralla que circundaba a la ciudad de Veracruz, la cual pertenecía en tutela a la Secretaría de Guerra y Marina (hoy Secretaría de la Defensa Nacional).
Díaz concedió el permiso y también el beneficio de poder vender y utilizar por parte del Ayuntamiento la piedra que se sacara de la misma.
La demolición de la muralla comenzó el 14 de julio de 1880 con una solemne ceremonia. A las cuatro de la tarde salió del Palacio Municipal el Alcalde Bureau, acompañado del cuerpo edilicio, comerciantes, vecinos, la Banda de Música Municipal y unos “rallados” (presos de San Juan de Ulúa que vestían un uniforme de rallas). Caminaron por la calle de María Andrea (Zamora) hasta llegar a la Puerta Nueva o Acuña en donde, después de un emotivo discurso y muchas aclamaciones, se dio el primer barrenazo de la  demolición de esa muralla que, completa, había durado menos de cien años. 
Con su demolición se logró unir el interior de la ciudad con los crecientes barrios a “extramuros” como La Huaca, Mondonguero, Caballo Muerto y Californias. Así el Ayuntamiento podía también cobrar allí impuestos municipales.
La piedra fue vendida por el Ayuntamiento y en ocasiones sirvió también de paga para los colaboradores en la demolición, pues no había muchos fondos económicos para el pago del mismo trabajo.
Se ocuparon inclusive hasta sus  cimientos, por lo que muchos edificios que están en el Centro, en lo que sería las cercanías de la muralla, están construidos con piedra de la misma.
La demolición del recinto amurallado duró también varios años, quedando solamente para servicio del ejército el Baluarte de Santiago y los Cuarteles Hidalgo y Morelos, parcialmente derrumbados alrededor de 1915 para continuar la avenida 5 de Mayo, y que se encontraban en donde hoy está la tienda Casas Castilla, el Teatro de la Reforma y el Palacio Federal.

viernes, 29 de enero de 2010

Hughes Ballet



René Pérez Torres

Originario de la ciudad de Veracruz, es candidato a Doctor en Filosofía (Ph.D) con especialidad en Teoría de la Música por la Universidad del Norte de Texas (U.N.T.), donde actualmente se desempeña como instructor de Contrapunto.
Su desenvolvimiento artístico y profesional ha sido principalmente como integrante en ensambles de música clásica (pianista y clavecinista), popular, coros, pianista acompañante y profesor de música. Ha realizado innumerables arreglos para coros y ensambles instrumentales. También ha colaborado como editor de música con diversas organizaciones tanto en México como en los Estados Unidos. De 1995 a 1999 fue profesor en la Escuela Libre de Música del IVEC (ELMIVEC) y ha sido instructor de Entrenamiento auditivo y Contrapunto en la U.N.T. desde 2004. Asimismo, ha ofrecido ponencias sobre análisis musical en conferencias en México y los Estados Unidos.
René Pérez Torres inicia sus estudios musicales en la Escuela Municipal de Bellas Artes del puerto de Veracruz, continuando después sus estudios de piano en la ELMIVEC, de donde egresa en 1996. En 1997 obtiene el título de Ingeniero en Electrónica por el Instituto Tecnológico de Veracruz, y en 2005 el grado de Maestría en Música por la U.N.T. Ha destacado con su participación en varias ediciones del Concurso Nacional de Arreglos Corales convocados por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, quedando siempre entre los primeros lugares. Asimismo, en 2002, fue acreedor del Primer Lugar en el concurso nacional de arreglos “La música mexicana en la intimidad de la música de cámara” en la categoría de alientos. 
Por sus logros académicos, ha sido acreedor de becas por parte del Gobierno del Estado de Veracruz, del Gobierno de Texas y de la U.N.T. Otros reconocimientos incluyen el Outstanding Music Theory Graduate Student Award (2007) y el 2007Outstanding Teaching Fellow Award, todos ellos en la U.N.T. Sus principales intereses como Teorista son la pedagogía musical y el análisis Schenkeriano de música desde el Renacimiento hasta finales del siglo XIX.
Entre otros, sus principales mentores han sido Consuelo Rodríguez Prampolini, James Giles, y Gustavo Romero en piano; Jon Nelson en composición, Lenora McCroskey en clavecín; y Timothy Jackson, Graham Phipps, y Stephen Slottow en Teoría de la Música.
René Pérez puede ser visto como clavecinista en www.youtube.com/reneclips.

D. Scarlatti, Sonata K 545 in B-Flat

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lunes, 18 de enero de 2010









La Fundacion de la Crónica de la Ciudad de Veracruz A. C. se une a la pena que embarga a la Familia Rubín por el sensible fallecimiento del Señor Ricardo Rubín, miembro honorario de esta Fundación.
Q.E.P.D